Tras cinco meses de lucha y juicios, hoy, la corta vida de Charlie Gard que atrajo la atención del mundo entero llegó a su fin por ordenes de un juez; los padres le dicen adiós y aseguran sentirse orgullosos de él.
“Nuestro maravilloso chico se ha ido, estamos tan orgullosos de ti Charlie. Dejar que nuestro bello bebé Charlie se fuera es lo más difícil que hemos hecho en la vida”, dijo la madre del bebé, Connie Yates.
El pequeño que la próxima semana hubiera cumplido su primer año, estaba en etapa terminal por una rara enfermedad congénita y sólo seguía con vida gracias a las maquinas a las que estaba conectado pues necesitaba respiración y alimentación asistida.
Sus padres Conie Yates y Chris Gard intentaron trasladarlo a Estados Unidos para que fuera sometido a una terapia experimental, sin embargo, el tiempo se les agotó y no pudieron intentar salvar su vida.
El lunes pasado los padres del menor renunciaron a la batalla legal para trasladar a Charlie, y solicitaron tener una semana con él “para despedirse”, sin embargo, los médicos y el juez negaron la petición. El día miércoles, el juez Nicholas Francis aprobó desconectar al pequeño en un hospicio.
Sobre ello la madre se mostró desolada, pues aseguran que el hospital y las autoridades rechazaron su último deseo.
“Queríamos solo estar en paz con nuestro hijo, sin hospital, sin abogado, sin prensa. Solo un momento privilegiado con Charlie, lejos de todo el resto, para decirle adiós con todo el amor posible” declaró.