La bebé de 10 meses que estaba internada en el Centro Capullos y que murió el pasado 25 de agosto, contaba con problemas de salud desde su nacimiento, al nacer prematuramente y con parálisis cerebral.

Así lo informó el DIF Nuevo León, quienes aclararon que la infante perdió la vida en las instalaciones del Hospital Materno Infantil, donde se encontraba hospitalizada desde el 19 de agosto, y no en el Centro Capullos.

La pequeña ya había estado hospitalizada anteriormente durante cuatro meses.

Agregaron que de manera constante y en coordinación con el personal de la Secretaría de Salud, se monitorea constantemente el estado de salud de los menores que están bajo el resguardo de Capullos, y se mantiene actualizadas sus cartillas de vacunación y se capacita constantemente al personal en cuestiones preventivas de salud.

Anteriormente trascendió que la niña perdió la vida a causa del Síndrome de Coqueluchoide, es decir, tos ferina; misma enfermedad por la que presuntamente otros cinco niños se encuentran internados en el Hospital Materno Infantil.

Redacción/El Nacional