Lily Nava / El Nacional

A lo largo de la historia humana, bastantes de los miedos de hombres y mujeres han tomado una forma específica e incluso han adquirido sus propios relatos. Estas criaturas de fantasía han adquirido una popularidad tan grande, que todos cuentan con su propio origen.

Sin embargo, las raíces de algunas criaturas de horror que todos conocemos han tenido una evolución popular muy notoria. Esto se debe a algunos filmes realizados y conforme avanza el tiempo, los vuelven más innovadores.

Periódico El Nacional te presenta algunas criaturas monstruosas en sus orígenes iniciales, antes de volverlos tecnológicos, innovadores y populares… ¡No te espantes!

Vampiro Nosferatu 1922 es una película muda  dirigida por F. W. Murnau, siendo este el primer film relacionado con la historia original de Bram Stoker, Drácula.

 

Lycaon el primer hombre lobo, del que se conoce, de acuerdo a la mitología Griega, cuenta era el rey de Arcadia y que en un arrebato de superioridad se enfrentó al dios Zeus, haciendo como es,  lo que se le conoce como hombre lobo.

La creencia en la brujería es compartida por numerosas culturas a lo largo de la historia, y cada una de ellas la interpreta de una manera distinta. Las brujas han tenido una gran importancia en el folclore de muchísimas culturas; creando a su paso en igual medida fascinación y terror.

Quizás la imagen más recordada de las brujas sea la dada durante la Edad Media y la caza de brujas, sin embargo, según parece, la brujería ya existía en la prehistoria.

 

Son un fenómeno de masas. Los zombis llevan más medio siglo entre nosotros como protagonistas de infinidad de películas y series de TV. Basta con mencionar a George Romero, la saga Resindent Evil o echar un vistazo a la serie The Walking Dead para comprobar lo comerciales que resultan los muertos vivientes para la industria del entretenimiento.

La creencia es que, a través de la magia o el veneno, un hechicero es capaz de hacer enfermar hasta la muerte a una persona a la que, tras ser enterrado por la familia, hace revivir. Dicha persona queda sometida a la voluntad de quien le ha hecho volver a la vida. Una idea que subyace en el folclore zombi: la ausencia de voluntad propia del ‘muerto viviente’.