El objetivo de que Mike Pence se vacunara contra COVID-19 en público fue generar confianza entre la población respecto a la seguridad y eficacia de la dosis.
“No sentí nada. Bien hecho”, dijo Pence en un acto en la Casa Blanca, donde le pusieron la primera dosis de la vacuna a él, a su esposa Karen y al director general de Salud Pública del Gobierno, JeromeAdams.
Pence dejó que las cámaras de televisión grabaran mientras los doctores le ponían la vacuna, en un intento de generar confianza en la eficacia y seguridad del preparado desarrollado por Pfizer y su socio alemán BioNTech.
“El pueblo estadounidense puede estar seguro: tenemos una, y quizá en cuestión de horas dos, vacunas seguras y efectivas para ustedes y sus familias”, garantizó Pence, que describió ese logro como un “milagro médico”.
El vicepresidente dijo que espera que la vacuna de Moderna quede aprobada “más tarde en la jornada de hoy”, cuando podría recibir la luz verde formal del ente regulador del país, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés).