Por tercer día consecutivo, policías y migrantes que protestaban, se enfrentaron frente a un campamento superpoblado en Grecia.
Los migrantes lanzaron piedras a los agentes antimotines, quienes respondieron con gas lacrimógeno y granadas aturdidoras.
Varios migrantes, incluidos niños, se desmayaron el sábado entre las nubes de gas lacrimógeno. Los manifestantes encendieron fuego para hacer el aire más soportable, pero también estallaron pequeños incendios por la explosión de las granadas.
Los funcionarios griegos dicen que los migrantes se han movilizado ante noticias falsas originadas en las redes sociales e informes falsos de que el camino hacia Europa Central, sellado herméticamente para los migrantes durante tres años, está abierto.