Tras el acuerdo alcanzado entre México y Estados Unidos el viernes pasado, el gobierno mexicano anuncio la eliminación de aranceles impuestos a ciertos productos provenientes de Estados Unidos como medida de represalia al acero y aluminio.

Gracias a la firme postura que mantuvo Graciela Márquez Colín, la Secretaria de Economía, señaló que el avance fue posible,  de no aceptar cuotas como solución y de que la única opción aceptable para México era la eliminación de la medida.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió de inmediato la proclama para exceptuar de aranceles a las importaciones mexicanas de acero y aluminio, impuestos en junio del año pasado bajo la Sección 232 de su Ley Comercial, a partir del 20 de mayo.

La estrategia de represalias puesta en marcha para ciertos productos estadounidenses, fue determinante para que los tomadores de decisión presionaran a la administración de Trump para que eliminara la medida 232 al acero y aluminio provenientes de nuestro país.

Se impusieron gravámenes de entre 15 y 25 por ciento a los productos de acero y algunos bienes agrícolas en junio del 2018, como piernas y paletas de carne de cerdo, manzanas, arándanos, quesos, papas y whisky de Estados Unidos.

Esos impuestos fueron por un monto cercano a tres mil millones de dólares, valor que fue equivalente al daño que recibiría México por la medida del gobierno estadounidense.

La Secretaria de Economía se mantuvo siempre opuesta a considerar una solución vía cuotas, al reconocer las distorsiones potenciales de un comercio administrado y su convicción de que el libre comercio seguirá fortaleciendo la competitividad y la prosperidad de América del Norte.

La SE trabajará con la Oficina del Representante Comercial del vecino país del norte para la implementación del acuerdo alcanzado el viernes pasado, a fin de garantizar la competitividad de los sectores acero y de aluminio mexicanos y promoviendo la creación de un mercado competitivo en América del Norte.

Redacción/El Nacional