Jesús Esquivel / El Nacional
La selección mexicana no metió ni las manos, fue humillado, fue aplastado ante una potente selección chilena que es candidata latente a ser campeón de la Copa América Centenario 2016.
Un ‘poker’ de Vargas, dos de Puch y uno más de Alexis Sánchez, fueron los goles que consumaron un nuevo fracaso en un torneo importante, además de lograr un récord histórico, siendo este marcador, el peor resultado de la selección mexicana en un partido oficial superando el 0-6 ante Alemania en la Copa Mundial de Argentina 1978.
Además se confirma que es el segundo partido, incluyendo amistosos y partidos oficiales, en donde México es goleado de manera abultada, el primero fue un 8-0 frente a Inglaterra en 1961. La tercera fue un 7-1 frente a España en los Juegos Olímpicos de 1928.
Los jugadores piden disculpas, el entrenador seguirá al frente de la selección, los dirigentes dicen que hay que seguir analizando y los diversos entrenadores de México se comen vivo a Juan Carlos Osorio por su método de rotación del plantel, un ejercicio que no funcionó.
Se enmascaro el juego de la selección con los resultados, ganándole 3-1 a Uruguay, ganando 2-0 a Jamaica y empatando con individualismos ante Venezuela, no teniendo un 11 ideal es muy difícil tener un estilo de juego. Los partidos eran sacados por jugadores que venían de la banca como ‘’revulsivos’’.
Los que juegan en la cancha no se salvan, no se mataron en la cancha, subestimaron al rival, pensaron que jugarían igual que en el amistoso de hace unas semanas, no aprendieron de los errores del hexagonal rumbo a Brasil 2014, ni de la última Copa Oro, que se ganó de manera polémica, inclusive de la última Copa América jugada apenas el año pasado en Chile.
Esta eliminación se adjunta a los demás fracasos de la selección, al principio tiene pinta de lograr cosas grandes, porque puede hacerlo, pero al final se acaba el sueño y cada quien para su casa, como si nada hubiera pasado.