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Con goles de Carlos Vela y Javier Hernández, la Selección Mexicana derrotó 2-1 a su similar de Corea del Sur, sumando su segundo triunfo consecutivo en el Mundial de Rusa 2018, dentro del sector F, donde esperará aún para calificar a los octavos de final.

El duelo comenzó con tintes provocativos por parte del Tri, quienes acechaban y eran los que más iban en busca del primer gol.

Fue hasta el minuto 12 que Corea logró tocar la puerta de México con peligrosidad, siendo un cruce oportuno de Lozano dentro del área chica, el cual detuvo lo que pudo haber sido el 1-0 a favor de los asiáticos tras el disparo del delantero Soon.

México dominaba el partido con constantes llegadas por las bandas, así como con tiros de esquina en apenas cuarto de hora de juego, sin embargo, los contragolpes asiáticos eran la debilidad del Tri, quienes se veían algo lentos ante la velocidad surcoreana.

Esta táctica casi salía cuando al 21’, Heunming Son, el delantero del Tottenham, ganó una contra luego de un pase largo, ganándole las espaldas a los defensores mexicanos quienes barriéndose en doble ocasión enviaban al córner la esférica.

En la siguiente jugada, al 23’, el árbitro central marcó un penal tras una mano deliberada del defensor H. Jang, quien se barró con el brazo extendido después del centro de Guardado en una pena máxima muy clara, la cual fue cobrada de gran manufactura de Carlos Vela para el 1-0.

Al instante, Miguel Layún estuvo a nada de 2-0 con un tiro de larga distancia que fue detenido por el arquero Cho, desviándola por encima del travesaño, en una reacción casi letal luego de la dificultad de abrir el marcador por parte de México.

Las corridas y balones largos seguían siendo lo más ofensivo por los dirigidos de T. Shin, quienes por tercera ocasión y con Son nuevamente, pisaban peligrosamente el área tricolor peo atrás Ochoa seguía actuando de gran manera enviándola a tiro de esquina.

Para el complemento la tónica seguía siendo la misma, un cuadro azteca ordenado al momento de ofender y dominando en cuanto a pases precisos frente a unos surcoreanos rápidos, en busca de algún contragolpe que les permita perforar la meta mexicana.

Al 58’, Guardado estuvo a punto del 2-0 con un disparo de afuera del área que fue bien atajado por el guardameta Cho, ahogando el grito de gol en las gradas mexicana del Rostov Don pero los dirigidos por Juan Carlos Osorio eran más en el cotejo.

Salcedo se convertía en el héroe al 61’, tapando otro tiro raso de Son que en su afán de irse al ataque, dejaba espacios atrás los cuales eran aprovechados por México con trazos largos hacia Lozano.

El segundo gol llegó tras tanta insistencia del conjunto azteca, la jugada fue precedida de una falta de Héctor Herrera, quien cedió para Guardado quien abrió para el ‘Chucky’, armando el contragolpe para entregar hacia Javier Hernández, que recortó dentro del área para disparar al rincón y derrotar a Cho, marcando el 2-0 y su cuarto gol en Copas del Mundo.

Ya con el marcador más cómodo, Osorio optó por realizar sus respectivos cambios, entrando Rafael Márquez y Jesús ‘Tecatito’ Corona en lugar de Guardado y Layún, en ese orden, con el fin de cuidarlos para el tercer y último partido en contra de Suecia.

Pese a ello, los asiáticos no se darían por vencidos aprovechando un error de Márquez en la salida mexicana, que en su intento de retrasarla hacia Ochoa dejó la redonda a merced de Son, pero el mismo ‘Káiser’ remendó su equivocación sacando el peligro.

La recta final estuvo totalmente llena de faltas, más de las registradas en el primer lapso del duelo, esto ante la desesperación de los coreanos por descontar en el marcador, consiguiendo su recompensa hasta el 92′ con un auténtico golazo de Son, quien fue el más peligroso durante los 90 minutos.

Con este resultado, México tendrá que esperar el resultado de Suecia y Alemania para asegurar su calificación hacia octavos de final pues un empate o derrota de los teutones, otorgará su acceso a la siguiente ronda.

Por su parte, los surcoreanos quedaron eliminados de toda posibilidad de seguir en la Copa del Mundo.

Edgar Martínez/ El Nacional