La canciller alemana, Angela Merkel, defendió este jueves la prolongación de las restricciones hasta el 7 de marzo ante el temor de las nuevas mutaciones, más agresivas, al tiempo que aseguró que la meta del gobierno es poder levantarlas tan pronto como carezcan de justificación, para lo cual no dio fechas.
“Lo que acordamos ayer, de esto estoy convencida, es adecuado, necesario y proporcionado. Sigue sin haber una medida más suave que la de minimizar los contactos de manera consecuente para llevar la evolución de contagios de manera sostenible a un nivel controlable”, expresó en su declaración de gobierno ante el Bundestag.
Todo el mundo es consciente de cuánto está sufriendo la gente, añadió pero subrayó su convencimiento de que concentrarse en la reunión ayer con los poderes regionales en las escuelas, las peluquerías y una primera fase de apertura a partir de una determinada incidencia acumulada en siete días fue “lo correcto”.
Merkel reconoció que para los centros educativos y guarderías, que permanecen cerrados desde el pasado 16 de diciembre, hubiera deseado que la decisión de reabrirlas se basara también en la incidencia, pero en este punto finalmente accedió a dejarlo al criterio de cada “Land”.
Así, las escuelas podrán volver gradualmente a las clases presenciales antes del 7 de marzo, mientras que las peluquerías podrán reabrir a principios de ese mes.