Un hombre que sospechaba de los cuidados que obtenía su pequeño bebé de 6 meses en una guardería de Dallas, Texas, instaló una cámara en el portabebé de su hijo con lo que pudo comprobar sus sospechas.
Tras revisar las imágenes obtenidas, el hombre acudió de inmediato a las autoridades.
En el video se puede observar como la dueña del lugar, identificada como Redecca Anderson, jaló al pequeño de un tobillo para sacarlo del portabebé y cambiar su pañal, después lo tomó del babero para levantarlo y le dio un líquido con una jeringa.
Tras la denuncia, las autoridades allanaron el hogar de Anderson y se descubrió que otros nueve niños se encontraban bajo su cuidado, en condiciones que ponían en riesgo su vida.
Reportes oficiales detallan que tres pequeños se encontraban encerrados en un clóset, amarrados a portabebés de plástico y sin la protección acolchada.
Otros se encontraban con cuerdas de zapatos amarradas al cuello para evitar que pudieran moverse, además de que los mantenían con las luces apagadas.
Al ser interrogada, la mujer admitió que lo que contenía la jeringa era Tylenol, y lo administraba a los menores con el objetivo de que dejaran de llorar y facilitar su trabajo.
Agregó además que amarraba a los bebés la mayor parte de las siete horas que se mantenían con ella.