Congo

Agencia/El Nacional

Un informe del Centro de Vigilancia de Desplazados Internos de Noruega (IDMC, por sus siglas en inglés) reveló que la violencia criminal, política y de género, además del reclutamiento forzado y la intolerancia religiosa en México, han obligado a más de 281 mil personas a huir de sus comunidades.

Desde Ginebra, Suiza, donde presentó el reporte, el jefe adjunto de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, Volker Turk, destacó que México “refleja lo que queremos decir cuando pedimos a los Estados que atiendan el problema del desplazamiento interno”.

Se trata, agregó, “de la primera manifestación, de la señal de alerta más temprana de que algo está terriblemente mal en un país y que la gente se ve obligada a huir de la violencia”.

Volver Turk subrayó que aunque los desplazados no sean reconocidos como tales, eso no exime a los Estados de su responsabilidad frente a ellos.

“Cada gobierno es responsable por las personas que están en el territorio de su jurisdicción, sean desplazados o no, este es un principio fundamental de la ley”, dijo el representante de la ONU.

De acuerdo con el Consejo Noruego, en México existen al menos 281 mil 400 desplazados, y la principal causa de ese fenómeno “es la violencia criminal, en su mayoría relacionada con el tráfico de drogas y la actividad de pandillas (…) Los traficantes de drogas y otros grupos criminales en México son responsables de miles de muertes de civiles y secuestros, de aterrorizar a las poblaciones locales, de extorsiones, amenazas y de la corrupción e intimidación de funcionarios del gobierno, los cuales condujeron al desplazamiento”.

El informe precisa que sólo en 2014 la violencia criminal desplazó al menos a 9 mil personas en diez estados, incluyendo 23 eventos masivos, y los nuevos desplazamientos, resalta, fueron causados por la intolerancia religiosa, la continua violencia política contra zapatistas, y proyectos de extracción y desarrollo de recursos.

Las operaciones militares conjuntas en México, añade, han aumentado las violaciones de los derechos humanos, en particular las ejecuciones extrajudiciales, el asesinato selectivo de las mujeres, las desapariciones forzadas, los casos de tortura y las detenciones arbitrarias.

El Centro de Vigilancia de Desplazados Internos de Noruega también da cuenta de los 22 presuntos delincuentes que fueron asesinados por militares en Tlatlaya, Estado de México, en junio pasado, y de los 43 normalistas de Ayotzinapa que “fueron asesinados o desaparecidos en el estado de Guerrero en septiembre”.

De igual manera resalta que al menos mil cuerpos fueron descubiertos en fosas comunes en México.

“La participación de las fuerzas de seguridad y funcionarios públicos en estos abusos está bien documentada, pero pocos han sido llevados ante la justicia. Las violaciones como éstas, perpetradas por agentes del Estado, contribuyen al clima de inseguridad que lleva a las personas a desplazarse”.

Según el informe, la violencia por conflictos o por el crimen organizado causó el desplazamiento diario de 30 mil personas a lo largo de 2014 en el mundo, lo que elevó a esta población vulnerable a la cifra récord mundial de 38 millones de personas.

Las estadísticas presentadas hoy por el Consejo Noruego para Refugiados, basadas en datos recopilados, filtrados y analizados por su Observatorio de Desplazamiento Interno, detalla que solo el año pasado, 11 millones de personas se convirtieron en desplazadas.

El secretario general del CNR, Jan Egeland, exresponsable de la ONU para asuntos humanitarios, sostuvo que 2014 “fue el peor año de los 35 que llevo como trabajador humanitario”.

En rueda de prensa, Egeland señaló que solo la cifra de nuevos desplazados el año pasado representa el doble de la población de su país o de Dinamarca, con 60% de casos que se concentraron en cinco países: Irak, Sudán del Sur, Siria, República Democrática del Congo y Nigeria.