Muchos de los problemas de visión se derivan por causas genéticas, más sin embargo, las malas costumbres dañan la vista, incluso pueden provocar un envejecimiento prematuro y con ellos complicaciones difíciles de tratar.
Es importante seguir hábitos de vida saludables como lo son: una alimentación equilibrada, no fumar, beber con moderación y hacer ejercicio con regularidad, además de acudir periódicamente a revisiones para descartar cualquier problema o complicación futura.
El tabaco puede afectar la visión aunque la mayoría lo ignore. En estudios realizados se ha relacionado el tabaco con afecciones oculares como las cataratas, el glaucoma o la retinopatía diabética, también se relacionan la uveítis, problemas del nervio óptico, la sequedad o degeneración macular.
El alcohol en un consumo excesivo puede causar daños importantes en la visión, ya que investigadores señalan que la retina es capaz de metabolizar el alcohol y con ello afectar el epitelio pigmentario de la retina y los fotorreceptores, por tanto la capacidad visual.
La mala alimentación, ingerir muchos alimentos grasos, exceso de azucares o cocinar con mucha sal puede provocar problemas serios como la hipertensión o la diabetes, lo que daña la retina.
La diabetes es uno de los factores mas comunes en cuanto al daño ocular, ya que el exceso de azúcar en la sangre aumenta el riesgo de ceguera, por lo tanto es recomendable que las personas que sufren este mal, mantengan un control glucémico y lleven revisiones periódicas y constantes.