Redacción/ El Nacional


El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este domingo que decidió aumentar el 50% al salario mínimo para todos los trabajadores, el tercer incremento en lo que va del año, en medio de una galopante inflación y protestas diarias en su contra.

El gobernante indicó que a partir del 1 de julio se elevaría el salario mínimo y las pensiones a 97.531 bolívares, unos 32 dólares al mes, de acuerdo con el nuevo sistema de venta de divisas conocido como DICOM.  El salario previo era de 65.021 bolívares.

Los dos aumentos anteriores fueron de 50% en enero y del 60% en mayo.

El incremento representa menos de 12.5 dólares, uno de los más bajos de la región, al tipo de cambio del mercado negro ampliamente utilizado debido a la falta de capacidad del gobierno para satisfacer la demanda. Sumado al bono de alimentación, el ingreso mínimo mensual se ubicó en 250.531 bolívares (unos 84.35 dólares).

El aumento se produce justo cuando el país registra protestas contra el gobierno casi a diario, en las que han muerto al menos 75 personas, así como cientos de detenidos y unos mil 400 heridos.

Los venezolanos enfrentan una severa crisis económica, altamente dependiente de las importaciones, con una inflación de tres dígitos y severos problemas de desabasto de alimentos, suministros médicos y otros productos básicos.

Maduro atribuye la espiral inflacionaria y la escasez de productos básicos a una “guerra económica” promovida por adversarios políticos y empresarios para desestabilizar su gobierno.

“Denme la constituyente y le doy la victoria sobre los precios”, exclamó el gobernante en alusión a la caída en barrena de la capacidad de compra de los venezolanos en los últimos tres años y a su llamado a una Asamblea Constituyente para redactar una nueva carta magna.