La Policía de Tailandia arrestó a una joven de 18 años y a su pareja, de 23, por lanzar a su hija recién nacida desde un tercer piso después de envenenarla con un limpiador para desagües.
El bebé, que fue encontrado sin vida por empleados del área residencial en una bolsa de basura el pasado 23 de julio. Los agentes investigaron las imágenes de las cámara de seguridad y comenzaron una búsqueda en las habitaciones del edificio.
En una habitación del tercer piso, ubicada sobre los contenedores de basura, los agentes encontraron toallas manchadas de sangre, así como restos de sangre en el baño.
La pequeña fue trasladada al hospital, donde solo pudieron confirmar su fallecimiento días después debido a la gravedad de las lesiones que presentaba.
Tras la detención, la madre dijo a los agentes que no sabía “que estaba embarazada” y se “sorprendió” al dar a la luz. Lo que le llevó a “reaccionar vertiendo líquido para desagües sobre su boca y arrojándola desde el balcón”.
El novio, por su parte, negó tener conocimiento sobre lo ocurrido y aseguró que solo se había percatado de que la joven “había aumentado de peso” haciendo referencia al embarazo.
Ambos continúan detenidos, acusados de un delito de asesinato, mientras la Policía investiga lo ocurrido.