La vagina es uno de los órganos más delicados y por ende requiere cuidados especiales, pero, ¿Qué mitos creíste sobre ella? Es muy normal que se presenten irritaciones e incluso infecciones. Las cuales no tomamos en cuenta porque en realidad no conocemos cómo debe ser una vagina sana.
La parte íntima femenina es tan sensible porque cuenta con más de 8000 terminaciones nerviosas. De ahí, deriva nuestra capacidad multiorgásmica.
¿EL OLOR?
Hemos crecido con la idea de que el olor a fétido no es nada para la zona vaginal. Lo cual es cierto, pero eso no quiere decir que no debe oler a nada. Cada vagina tiene su propio pH, digamos que se desprende un aroma un tanto ácido y es completamente normal para combatir infecciones.
DORMIR SIN CALZONES
Son muchas las mujeres que creen que al dejar la zona al aire libre están exponiéndose a la aparición de infecciones. Pero, en realidad cuando duermes sin ropa interior permites que la zona caliente y húmeda se ventile.
DEPILACIÓN VAGINAL
Uno de los mitos más frecuentes, se cree que mantener la vagina depilada por completo es sinónimo de higiene, cuando lo verdadero es que favorecen las enfermedades. Pues, gracias al vello genital se evitan las agresiones de los patógenos y además mantiene la vagina en una temperatura cálida.
USO DE DUCHAS VAGINALES
Es muy común que cuando las mujeres acuden con el ginecólogo, sobre todo, la primera vez recurren al uso de aromatizantes. Lo cual resulta contraproducente, pues propicia la aparición de bacterias en la zona.
DOLOR DURANTE EL SEXO
Lo alarmante es que hay mujeres que se acostumbran a sentir un dolor (aunque sea ligero) durante las relaciones sexuales. Esto sencillamente es inaceptable y es posible que exista una enfermedad de transmisión sexual, infección e incluso un problema psicológico.
LA COMEZÓN ES IGUAL A HONGOS
Por lo general, nos vamos con la idea de las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes. Es decir, en las que experimentamos síntomas como enrojecimiento, comezón y la aparición de protuberancias. Esto no significa siempre que se trate de un hongo, por lo que no hay que automedicarse y esperar a que el especialista lo determine.