Un reciente estudio publicado por la revista Cell Metabolsim reveló que los edulcorantes artificiales que suelen utilizarse sustituir el azúcar estimulan la sensación de hambre.
La investigación realizada por científicos de la Universidad de Sydney y del Instituto Garvan Investigación Médica estudio los efectos de éstos azucares en el cerebro utilizando animales.
El autor principal del estudio, Greg Neely reveló que existe un sistema en el cerebro que detecta y vincula la dulzura de los alimentos con su contenido energético.
“Tras la exposición crónica a una dieta que contenía el edulcorante artificial llamado sucralosa, vimos que los animales empezaban a comer mucho más”, señaló.
En conclusión, Neely explicó que el consumo crónico de edulcorante artificial incrementa la intensidad del dulce respecto al azúcar real, y en su momento, se incrementa también el incentivo a comer más.