Redacción/El Nacional
Recientes estudios realizados por investigadores de la Universidad de Michigan indican que, pequeñas siestas o descansos prolongados en el transcurso del día disminuyen los niveles de frustración, evitan la toma de acciones impulsivas y aumenta la seguridad o confianza en el entorno laboral.
Al no tener horas de sueño reparadoras por las noches, al día siguiente se ven afectados los niveles de energía, la capacidad de atención y memoria.
Primero, los investigadores formaron un equipo con 40 personas en el rango de edad de 10 a 40 años y que tuvieran un horario constante de sueño. En un perdiodo de tres noches, siguieron con ese horario y luego eran sometidos a diferentes pruebas de conocimientos.
Posteriormente al periodo de tres noches, los investigadores eligieron de manera aleatoria a participantes para tomar siestas de una hora. Los otros realizaban una actividad distinta, veían un video y se les privaba del sueño.
Aquellos que tomaban la siestas presentaban mayor concentración, eran más persistentes en tratar de resolver los problemas de las pruebas y de igual forma diminuyeron sus acciones impulsivas.
Estos nuevos resultados respaldan investigaciones previas, una de ellas publicadas en la revista Personality and Individual Differences en su edición 29.
Nuestros resultados sugieren que dormir la siesta podría ser una intervención beneficiosa para los individuos que tengan que mantenerse despiertos durante periodos largos, al mejorar la capacidad de perseverar en las tareas difíciles o frustrantes”, señaló en un comunicado de prensa de la universidad la autora del estudio, Jennifer Goldschmied, estudiante doctoral del departamento de psicología.
