Las náuseas matutinas son en realidad una buena señal para el bebé, de acuerdo con un estudio que confirma dichos de la cultura popular e investigación menos rigurosa.
Las mujeres con náuseas en las etapas tempranas del embarazo tendrían hasta 50% menos probabilidad de sufrir un aborto espontáneo o el fallecimiento del feto. Los abortos también fueron menos comunes en mujeres que además de náuseas tuvieron vómitos, aunque los beneficios fueron mayores para aquellas que solo tuvieron náuseas.
Realizado por investigadores del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano, el estudio involucró a casi 800 mujeres que tuvieron al menos un aborto espontáneo y que lograron embarazarse otra vez.
Se les pidió que registraran los síntomas en bitácoras diarias las primeras ocho semanas de gestación y contestaron cuestionarios mensuales al final del primer trimestre. Stefanie Hinkle, la principal autora e investigadora del instituto, dijo que se trata del estudio más riguroso que se ha hecho al respecto, pero también reconoció que no queda claro si esto aplica también a las mamás primerizas.
De las casi 800 mujeres en el estudio, hubo 188 casos de aborto espontáneo y muerte fetal, es decir una afectación a 1 de cada 4 embarazos, lo cual es similar a los cálculos a nivel nacional. Más del 90% ocurrió en el primer trimestre.
De las seleccionadas, 443 completaron las bitácoras diarias, y poco más de la mitad reportaron náusea para la octava semana de embarazo, también similar a los estimados nacionales. Casi 1 de cada 4 tuvieron náusea y vómito. Los investigadores usaron análisis estadístico para calcular que la náusea sola, o la náusea con vómito, estuvieron ligadas a una reducción de 50 a 75% en el riesgo de pérdida en el embarazo.
Las causas de las náuseas se desconocen pero han sido vinculadas a los altos niveles de las hormonas que aparecen al inicio del embarazo. También se desconoce cómo esto puede reducir las posibilidades de tener abortos espontáneos.
Las teorías incluyen la idea de que la náusea podría evitar que la mujer consuma sustancias dañinas, incluyendo comida echada a perder, lo cual puede incrementar el riesgo de perder al feto.