Selene Gutiérrez/El Nacional
En las últimas semanas, han salido a la luz muchos casos de acoso a mujeres en Nuevo León y el resto del país. Hoy, dos jóvenes nos comparten el resultado de un experimento que, “si bien” nos puede confirmar que las faldas y los vestidos son “imánes” del acoso sexual.
Un joven reveló que este tipo de violencia psicológica no sólo la viven diariamente las mujeres, pues él también la ha presenciado. Fue a través de las redes sociales, el joven que se hace llamar en Facebook, “Ashauri López”, explicó que se vistió con falda y se maquilló porque simplemente así le gusta vestirse en algunas ocasiones, independientemente de su orientación sexual, y de esta manera fue víctima de acoso.
“Me siento cómodo teniendo esa alternativa de look, y no significa que sea homosexual, ni bisexual, ni trans, significa que soy un hombre heterosexual al que le gusta vestirse de muchas maneras. A veces me gusta vestirme como hombre a veces más con las prendas y maquillaje que aún consideramos ‘exclusivos de la mujer’ “, escribió.
Explicó que mientras caminaba por las calles vestido con falda y los labios pintados de rojo, un hombre comenzó a tocarse sus partes íntimas frente a él, acercándose más y confundiéndolo con una mujer.
“En cuanto pasé a su lado me dijo – Buenas noches – entonces volteé y le pregunté – ¿Buenas noches qué pendejo?- supongo que hasta ese momento se dio cuenta de que soy hombre y no una ‘coreanita darks’ con piernotas”, detalló.
López escribió en su cuenta personal de Facebook, que el hombre al darse cuenta de que no era mujer, cambió su actitud y siguió caminando como si nada hubiera pasado, pero él decidió confrontarlo.
“Le grité entonces – ¿Quieres cogerme cabrón? – y el güey siguió caminando alejándose de mí mientras le gritaba a lo lejos -No te vayas pendejo, ven; pero no regresó”, relató.
El joven residente de la Ciudad de México, explicó que esta no fue la única experiencia que vivió durante sus tres días vestido como mujer, pues aún sabiendo su sexo, algunos hombres continuaron acosándolo.
“No importa lo que tengas entre las piernas, sólo necesitas ponerte labial y una falda para que la sociedad piense que estás en busca de una violación”, comentó.
“Quizás si más hombres heterosexuales se permitieran salir vestidos como mujeres, entenderíamos el problema del acoso y violencia sexual que vivimos actualmente en México”, concluyó López.
Para comprobar esto, una chica de Monterrey de nombre “Mar Camacho” en Facebook, compartió lo que vivió durante cinco días utilizando solamente vestidos para ir a la escuela y hacer sus actividades diarias.
“Contabilicé las veces que me hicieron un halago, o un piropo amable y las veces que me decían ‘peladeces’. La mayoría del tiempo traía mis audífonos sin música – las personas creían que no las escuchaba y aprovechaban para decir porquerías – fue una lástima ver que no sólo en el transporte público existe este tipo de acoso, me pasó en mi colonia y en mi propia facultad – estando la facultad de medicina llena de personas que se indignan con el acoso hacia las mujeres”, escribió la joven regia.
Detalló que en esos cinco días recibió desde cumplidos hasta ofensas provenientes también de mujeres. Aseguró que en tan sólo cinco días, 326 personas la acosaron de alguna manera, lo que es un promedio de 65 personas al día, y sólo por la manera en la que viste.