La masturbación es la autoestimulación de los genitales con el fin de obtener placer sexual. Es una práctica normal, íntima y saludable que ayuda a conocer mejor el propio cuerpo y a la propia sexualidad.
Ya desde los primeros meses de vida, los bebés tocan distintas partes de su cuerpo para explorarlo, conocerlo y descubrir nuevas sensaciones.
Durante la adolescencia, esta curiosidad aumenta. El cuerpo se experimenta de manera diferente: los genitales son más que antes una fuente importante de placer.
En la adolescencia, la masturbación cumple un papel muy importante en el desarrollo sexual, favoreciendo el aprendizaje y la autoexploración tanto en varones como en mujeres.
Sin embargo no sólo los adolescentes se masturban. Se trata de una práctica íntima habitual en la mayoría de los hombres y mujeres de todas las edades.
Las personas se masturban por diversos motivos; porque se siente bien, porque es una buena forma de llegar al orgasmo, porque es un modo de liberar tensión, porque desean enriquecer su vida sexual o explorar su sexualidad.
Masturbarse no tiene ningún tipo de efecto nocivo o perjudicial para la salud. No debe ser considerado como un comportamiento incorrecto o vergonzoso. Por el contrario, es una práctica habitual y saludable.
Esto significa que masturbarse no saca pelos en la mano, no produce ceguera, infertilidad o sordera; tampoco lastima los genitales, no afecta la potencia sexual, ni la salud mental: es un acto completamente saludable que permite conocer el propio cuerpo y establecer gustos y formas de estimulación.
Existen diferentes maneras de masturbarse que varían de acuerdo a los gustos y preferencias de cada persona; lo importante es que sea un acto privado que se haga a solas o con un compañero o compañera, y que nadie se sienta presionado a hacerlo. La sexualidad es de cada uno, propia e íntima.
No hay, tampoco, una cantidad “apropiada” de masturbaciones. Se considera que puede ser un exceso cuando la masturbación interfiere con las actividades cotidianas más importantes como ir a la escuela, hacer deportes, o pasar tiempo con la familia o amigos. En ése caso, es aconsejable hablar con una persona de confianza, sean amigos, padres o profesionales de la salud.