Escrito por Edgar Martínez
La noche del jueves presenciamos otro duelo de esos para el olvido de la Selección Mexicana, quien en esta ocasión se midió ante los jamaicanos; un amargo empate a ceros fue lo que nos dejó un partido que sinceramente le perdí interés en los últimos instantes.
¿Qué tan aburrido estaba el partido?
Tanto era el cáncer visual que estaba viendo que mejor opté por cambiarle al juego entre “mis rayas” frente a los Murciélagos, el cual por cierto terminaron goleando 3-0 con un hat trick de Funes Mori – ese es otro tema.
Sin Osorio en la banca -pues aún sigue sancionado y lo seguirá estando”, – dijera mi padre- y con una serie de cambios que casi nadie entendió, fue como México volvió a mostrarnos su peor cara, esa a la que todos terminamos llamando la “decepción mexicana”.
Durante el proceso de Osorio nos hemos percatado que el que mejor juega siempre es rotado para la segunda mitad o de plano a veces ni juega. Tal es el caso de Carlos Vela en Confederaciones y ahora con Elías Hernández en la Copa Oro, quien se ha destacado por su excelente nivel que nos viene mostrando desde de torneos atrás con la escuadra de León, pero que parece ser que al colombiano no le termina de llenar el ojo.
La “barra” que Osorio saca es que “son cambios tácticos”, pero fuera de la táctica, si el equipo está jugando mal y sacas al mejor de la cancha, obviamente seguirá jugando peor. Lo que si nos deja con la incógnita es… ¿podrá este “tri” levantar la copa de campeón?
Por qué batalló con Jamaica que, si bien es el actual sub campeón de la edición pasada, no quita que comparado con Estados Unidos o Panamá e incluso Costa Rica, es un equipo “débil”, ¿qué nos espera con las selecciones ya mencionadas?
Ya si nos ponemos más exigentes pues… ¿no creen que a Osorio le está quedando grande dirigir al tri? Porque si nos sentamos a pensar, ese castigo de 6 juegos suspendidos quiera o no si deja ver mal a la Selección ante los ojos de la “siempre querida y adorable” FIFA.
¿Es en realidad el técnico que se requiere? Donde en cada partido sigue perdiendo credibilidad y no por su actitud sino por su estilo de juego -pero bueno, los resultados que ha sacado “maquillan” el bajo rendimiento futbolístico que el equipo ha dejado.
Ahora Dueñas- jugador que junto con Elías han marcado la pauta en este certamen- nos viene a decir que el tri “no está para jugarle bien a la gente”, cosa que tiene sentido, algo así como cuando “El Tuca” Ferreti nos dijo que – “si queremos ver espectáculo nos vayamos al circo”- pero si se pone en los zapatos del aficionado por un momento, no pagaría por ir a aburrirse a un estadio, al cine o a donde sea, porque una cosa es cuando estás dentro del campo y otra es el ojo del hincha, que al fin y al cabo es el “cliente” y tienes que favorecerlo en muchos sentidos.
Se dan los resultados, ¡SÍ!, pero aún queda ese espacio vació de que se puede dar más, y hablo dentro del campo, más enjundia, manos a manos con los defensas, llegadas constantes – algo que con Herrera se tenía.
En fin, creo que es muy precipitado pedir la cabeza de Osorio, y más cuando el Mundial ya está a la vuelta de la esquina, pero si resumimos el duelo ante Jamaica y lo visualizamos en la contienda mundialistas, nos irá como “en feria”.
Y seguimos con Osorio…
La suspensión de 6 encuentros para el colombiano no serán retirados-vaya sorpresa- por la FIFA y más cuando la misma Federación Mexicana de Futbol ya confirmó que no apelará dicha sanción y, no es porque le quiera dar la espalda a Osorio, sino que se la está salvando.
Y es que hace días el Secretario General de la FMF, Guillermo Cantú, corroboró ante los medios que sacarían pruebas hasta por debajo de las piedras para intentar reducir la sanción al cafetalero, sin embargo, y he de pensar que si las sacaron pero eran más en su contra que a favor.
Por lo que los directivos optaron por decir – “así la dejamos, no le movamos”- porque me he de imaginar que con las supuestas pruebas que encontraron la sanción aumentaría de 6 a 10 duelos, recalcando que el actual presidente de la FIFA, Gianni Infantino, anda muy duro con las personas que inciten la violencia, sean jugadores, técnicos o afición.