La custodia de los hijos de Angelina Jolie y Brad Pitt aparece como una de las claves fundamentales para la resolución del sonado divorcio de una de las parejas más respetadas y populares de Hollywood.
Tras más de una década juntos y apenas dos años después de casarse, Jolie pidió el martes el divorcio a Pitt y solicitó la custodia legal de los seis hijos que tiene la pareja: tres adoptados Maddox, Pax y Zahara y tres biológicos Shiloh y los gemelos Knox y Vivienne.
Los medios estadounidenses destacaron que la actriz de ‘Girl, Interrupted’ (1999) no pidió en ese impreso una pensión para los niños, lo que se interpretó como un indicio más de que la situación legal de los hijos, y no el dinero, centrarán las negociaciones del divorcio.
Poco después de que se hiciera pública el martes la disolución del matrimonio, Pitt envió un comunicado a la revista People en el que mostraba su tristeza por la situación, pero aseguraba que lo más importante en estos momentos era el bienestar de sus hijos. “Estoy muy entristecido por esto, pero lo que más importa ahora es el bienestar de nuestros chicos”, afirmó.
“Pido amablemente a la prensa que les brinde el espacio que se merecen durante este exigente momento”, añadió el actor. Por su parte, el abogado de Jolie, Robert Offer, explicó el martes a través de una nota de prensa reproducida por medios estadounidenses que su cliente adoptó esa decisión “por la salud de su familia”.
TMZ aseguró que no hubo una tercera persona involucrada en el divorcio, sino que el principal motivo de Jolie para separarse de su marido fue la manera en la que Pitt criaba a sus niños.