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Agencia/El Nacional

“Este es el momento de acercar dos pueblos”, estas fueron algunas palabras del canciller estadounidense John Kerry al inaugurar la embajada de EE.UU. en Cuba.

La nueva embajada se encuentra en los jardines del macizo edificio de hormigón que mira al Malecón, la famosa costanera de La Habana.

En una ceremonia cargada de símbolos, el canciller estadounidense John Kerry se emocionó mientras se izaba la bandera de barras y estrellas por primera vez desde 1961 y así reabrió oficialmente la embajada de su país en suelo cubano.

En una parte de su discurso que pronunció en castellano, Kerry, el primer jefe de la diplomacia estadounidense que visita la isla desde 1945, dijo:

“Estados Unidos acoge con beneplácito esta nueva relación con el gobierno de Cuba. Sabemos que el camino hacia unas relaciones plenamente normales es largo, pero es precisamente por eso que tenemos que empezar en este mismo instante”.

Y agregó: “No hay nada que temer, ya que serán muchos los beneficios de los que gozaremos cuando permitamos a nuestros ciudadanos conocerse mejor, visitarse con más frecuencia, realizar negocios en forma habitual, intercambiar ideas y aprender los unos de los otros”.

Pese a las palabras optimistas, Kerry, sin embargo, tuvo un mensaje directo para el gobierno de la isla: “Estamos convencidos de que los cubanos estarán mejor con una democracia auténtica, en la cual puedan escoger a sus dirigentes, expresar sus ideas y profesar su fe”, advirtió.

Bajo el sol de verano de La Habana, con algunos de los presentes protegidos por sombrillas, el momento más emotivo de la ceremonia fue cuando se izó la bandera estadounidense. En un gesto de gran simbolismo, los encargados de hacerlo fueron los tres marines, hoy retirados, que la arriaron hace 54 años cuando los dos países rompieron relaciones.

Mientras la bandera subía por el mástil, sonaron los acordes del himno estadounidense, ejecutado por una banda del Ejército, que poco antes había complacido a los locales con el himno cubano. Luego, el poeta de origen cubano Richard Blanco, que recitó una obra en la asunción de Barack Obama, leyó un poema titulado “Cosas de Mar”, que evocó los lazos que unen a ambos pueblos.

Pese a la pompa, la ceremonia fue en realidad una formalidad, ya que los dos países restauraron lazos diplomáticos plenos pasado el 20 de julio y también ese día se reabrió la embajada cubana en Washington. Cuba y Estados Unidos, enemigos durante la Guerra Fría, habían roto relaciones el 3 de enero 1961. Sin embargo, desde 1977 mantenían Secciones de Intereses como embajadas de oficio bajo la protección de Suiza. Jeffrey De Laurentis continuará a cargo de la misión estadounidense en Cuba.