El magistrado Raymond Doherty, de la más alta instancia civil de Edimburgo, había recibido de urgencia la víspera a un grupo de unos 75 diputados que pedían una decisión provisional al respecto, a la espera de que se celebre una audiencia completa sobre el caso el 6 de septiembre.
No estoy convencido de que se haya demostrado la necesidad de una orden judicial provisional en este momento”, afirmó el juez, señalando que la vista prevista la próxima semana tendrá lugar ‘antes de la primera fecha posible en que el parlamento pueda ser prorrogado’.
Johnson anunció el miércoles haber pedido a la reina Isabel II la suspensión de la sesión parlamentaria del 9 o 12 de septiembre y el 14 de octubre.
Esto provocó una ola de indignación, protestas y tres acciones ante la justicia para intentar impedirlo. Las otras dos deben ser examinadas en Londres y Belfast. Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte tienen sistemas legales separados.
Una audiencia estaba prevista el viernes en Belfast, pero era incierto si daría lugar a una decisión inmediata.
Johnson llegó al poder el 24 de julio en remplazo de Theresa May -obligada a dimitir por su incapacidad para cumplir con el Brexit-, asegurando que sacaría al país de la Unión Europea (UE) el 31 de octubre con o sin acuerdo.
Hace más de tres años que los británicos decidieron en referéndum abandonar el bloque europeo. Sin embargo, su salida, prevista para marzo de 2019, fue aplazada dos veces por el rechazo del Parlamento al Tratado de Retirada firmado por May con Bruselas.
Johnson se declaró dispuesto a rescatar el acuerdo con los 27 a condición de que supriman del Tratado la “salvaguarda irlandesa”, mecanismo destinado a evitar una nueva frontera en la isla de Irlanda que los euroescépticos acusan de mantener al país en las redes de la UE.
De lo contrario amenaza con un Brexit sin acuerdo, algo que los diputados opositores y algunos rebeldes de su propio Partido Conservador se habían declarado determinados a impedir.
Aunque Johnson justificó la suspensión parlamentaria aduciendo una práctica habitual que permite a todo nuevo ejecutivo presentar su programa legislativo, los opositores denunciaron que su verdadero propósito era dejar a los diputados sin tiempo para impedir un Brexit sin acuerdo.
Según The Times, el primer ministro dijo a su gabinete que así la UE entendería que la cosa va “realmente en serio” y sería más proclive a aceptar sus condiciones.
El jueves por la noche, Londres anunció una aceleración de los contactos con Bruselas en septiembre: sus negociadores se reunirán con los europeos al menos dos veces por semana.
Más ‘reuniones técnicas’ podrían agregarse a esos dos encuentro semanales, que continuarán durante la suspensión del parlamento.
Me vi alentado en las últimas semanas por mis conversaciones con dirigentes europeos sobre la voluntad de hablar de soluciones alternativas a la antidemocrática salvaguarda”, dijo Johnson en referencia al mecanismo destinado a evitar una nueva frontera en la isla de Irlanda.