Monterrey fue testigo de una velada inolvidable llena de adrenalina y clásicos del heavy metal, cuando Judas Priest pisó el escenario de la Arena Monterrey como parte de su gira Invincible Shield Tour. Con un arranque cargado de energía a las 21:20 horas, la caída del telón marcó el inicio de un espectáculo intenso que encendió a miles de fanáticos.

El grupo británico abrió con “Panic Attack”, desatando la euforia del público desde los primeros acordes. Sin tregua, siguieron himnos como “You’ve Got Another Thing Comin’” y “Rapid Fire”, que elevaron la temperatura del recinto.

Rob Halford, fiel a su estilo, lució su emblemática gabardina negra mientras entonaba con potencia cada tema. Aunque hubo escasa interacción verbal con la audiencia, su entrega en el escenario fue total, transmitiendo fuerza y emoción en cada interpretación.

Durante más de 90 minutos, los asistentes corearon y saltaron al ritmo de éxitos como “Breaking The Law” y “Painkiller”, piezas clave que consolidaron la intensidad del show. Uno de los momentos más emotivos se vivió con “Saints In Hell”, cuando los fans alzaron las manos y entonaron la canción con fervor, creando una conexión vibrante con la banda.

El concierto de Judas Priest fue una verdadera celebración del metal, demostrando por qué siguen siendo una de las agrupaciones más influyentes del género.

fotografía crédito: Arena Monterrey