Redacción/El Nacional
Esta semana la Ruta urbana 209 ha dado de que hablar pues hace unos días un hombre fue asesinado abordó de una de ellas y ahora, una joven fue abusada.
La joven identificada como Daniela García reveló que un hombre subió al autobús y le apretó un pecho pero después al ser confrontado lo negó asegurando que “no veía de un ojo” y tenía que tocar las cosas para saber por dónde iba caminando.
En la publicación compartida en Facebook que hasta el momento tiene casi 4 mil me gusta y ha sido compartida más de 2,500 veces, García explica que después de haber sido abusada el hombre siguió caminando como si nada hubiera pasado mientras ella se quedo congelada.
“Por un par de segundos me quedé helada, sin respirar y con el corazón saliéndose de mi pecho. Me paré de mi asiento y le dije al chofer lo que había sucedido, le señalé al hombre y le pedí cerrara las puertas y no las abriera hasta que pasáramos por una unidad de Fuerza Civil”, relató.
Explicó que el chofer le pidió a los demás pasajeros que bajarán por la puerta delantera y le pidió a ella quedarse en todo momento a su lado hasta que llegaron con las autoridades, sin embargo, al llegar el señor negó el abuso asegurando tener ceguera en un ojo lo que lo lleva a tocar los lugares por donde pasa.
“El hombre gritaba que no había hecho nada, y cuando le contesté que me había tocado y que lo habían visto, su respuesta fue la siguiente ´Ni que estuvieras guapa niña, nadie te quiere tocar´, después de esto los policías lo bajaron del autobús y me pidieron que lo acompañara”, detalló.
García aseguró que al ser esposado el hombre continuó gritándole que no le había hecho nada, que tenía una esposa e hijo por lo que se negó a dar su nombre quedando tan sólo sentenciado a 36 horas de prisión por falla administrativa.
Por ello, la joven regia hizo un llamado a toda las mujeres que día a día sufren acosó a levantar la voz así como a la sociedad a abrir los ojos y darse cuenta que “el acoso es real y latente, pasa todo el tiempo y en todos lados”.
“Lamentablemente hay niñas que no están informadas como yo, que no conocen el poder que tiene su voz y que posiblemente hubieran pasado por alto el que un hombre las tocara; por miedo, por estar solas, por ser mujeres”, escribió.
“Estoy cansada de tener miedo siempre, de verme obligada a mandar mi ubicación a mi mamá o a mi novio para que quede un antecedente de donde estoy, en caso de que ya no vuelva. Me llena de coraje pensar que así como a mí, esto le pasa a miles de mujeres cada día, y sigue siendo algo que la sociedad normaliza. Deseo que todas, como yo, sean valientes por un momento y se atrevan a denunciar hasta el más mínimo acoso”, agregó.