El expresidente de Uruguay, José Mujica, reveló en una entrevista con el semanario Búsqueda que su estado de salud se ha deteriorado debido a la expansión del cáncer de esófago hacia su hígado, y afirmó con serenidad que está “muriéndose”.

“El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta”, explicó Mujica, quien ha sido una figura emblemática de la política uruguaya y global.

A sus 88 años, Mujica anunció su decisión de no dar más entrevistas y de no someterse a nuevos tratamientos médicos. “Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me acosen con entrevistas al pedo ni nada más. Se terminó mi ciclo hace rato. Sinceramente, me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso”, expresó con su característico pragmatismo.

En la entrevista, también dedicó palabras de despedida a sus “compañeros” y “compatriotas”, reflejando su conexión profunda con el pueblo uruguayo y sus ideales políticos.

Mujica, quien fue presidente de Uruguay entre 2010 y 2015, es recordado por su estilo de vida austero, su compromiso con la justicia social y su oratoria inspiradora. Su figura trascendió fronteras, convirtiéndose en un símbolo de liderazgo ético y humano.

El avance de su enfermedad, detectada inicialmente en abril de este año, se suma a su padecimiento de una enfermedad inmunológica crónica que enfrenta desde hace más de dos décadas. Estas condiciones han limitado las posibilidades de tratamiento.

La doctora personal de Mujica, Raquel Pannone, ofrecerá una conferencia de prensa próximamente para proporcionar más detalles sobre la salud del exmandatario.

Con este anuncio, José Mujica deja un mensaje claro sobre su visión de la vida y la muerte, reafirmando los valores de sencillez y serenidad que lo han definido a lo largo de su trayectoria. Su legado como político, luchador social y ejemplo de humildad continuará inspirando a generaciones futuras.

Redacción/El Nacional