Autoridades de Italia abrieron una investigación tras el desembarco de 47 migrantes rescatados por la ONG alemana Sea Watch con la hipótesis de supuesta asociación criminal dirigida a facilitar la inmigración ilegal.
La embarcación Sea Watch 3 está paralizada en el puerto siciliano, después de que las autoridades italianas hayan detectado una serie de “irregularidades”, por lo que no podrá volver a salir al Mediterráneo hasta que no se esclarezca la situación.
Los 47 migrantes que fueron desembarcados el 31 de enero, esperaron durante casi dos semanas a que se les concediera el acceso a algún puerto, hasta que Italia indicó a la embarcación que podía dirigirse a Catania, tras haber acordado la reubicación de los salvados con otros siete países europeos.
La investigación, que por el momento no va dirigida contra nadie en concreto, inició con la hipótesis de supuesta asociación criminal dirigida a facilitar la inmigración ilegal y, según los medios italianos, el fiscal Carmelo Zuccaro quiere determinar si la actuación de la tripulación fue legal en todo momento e identificar a posibles traficantes de personas.
Zuccaro es conocido en el país porque ya ha sido responsable de emprender varias causas contra las ONG que operaban en el Mediterráneo central y ha acusado en el pasado a estas organizaciones de complicidad con las redes de tráfico de personas.
Para la ONG alemana, la decisión de bloquear su barco no es más que “un pretexto técnico para detener las actividades de socorro en el mar”.
El barco Sea Watch 3 era el último que quedaba hasta ahora en el Mediterráneo para salvar vidas y rescatar a los migrantes que intentan llegar a las costas europeas en barcazas inestables.