Las Fuerzas de Defensa de Israel bombardearon 80 puntos en Gaza tras el lanzamiento de cerca de 3 0 misiles desde ese territorio; algunos interceptados por el sistema de defensa Cúpula de Hierro.

Israel responsabilizó de los ataques al movimiento islamista Hamás, el cual controla de facto Gaza pero que no reclamó la autoría de los lanzamientos.

Entre los objetivos atacados estaba un edificio de cuatro pisos que el Ejército asegura que “servía como la nueva sede de los Servicios de Seguridad de Hamás en el barrio de Daraj”, en Gaza capital.

La nota afirma que el inmueble era propiedad de Hamás y que antes de comenzar el ataque, “las tropas pidieron varias veces a los residentes del edificio que lo abandonaran”.

También se bombardearon “dos instalaciones avanzadas de fabricación de armas”, “cinco complejos militares”, “una base de entrenamiento en Rafah, un puesto de observación antiáereo en Beit Lahia” y “la entrada a un túnel ofensivo” en la localidad de Jan Yunis.