Investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizaron en 15 muestras de atún enlatado comercial en aceite y agua, confirmaron la presencia de carne de delfín en 3 de los tipos estudiados.
Este hallazgo evidencia un grave fraude alimentario, pues además de que la carne de delfín es un componente que no ha sido declarado en el etiquetado, pone en riesgo a una especie protegida y en peligro de extinción.
“Aunque la ingesta de delfín no representa un riesgo para la salud, la adición fraudulenta de sustancias que no son auténticas y el engaño al consumidor son inaceptables”, declaró a Karla Vanessa Hernández Herbert, ingeniera en alimentos, quien junto con el doctor José Francisco Montiel Sosa, realizaron el estudio.
Indicaron que este fraude alimentario trasgrede a una especie protegida con la etiqueta “Dolphin Safe”, una iniciativa estadounidense surgida 1990 con el objetivo de garantizar que el pescado se capturó sin dañar o asesinar delfines.