Se han registrado en el norte de Irak inundaciones repentinas donde al menos siete personas murieron y más de tres mil han sido desplazados, informaron autoridades iraquíes.
La zona más afectada fue la aldea de Al-Houreya, donde residentes se vieron obligados a huir de sus casas ante el sorpresivo arribo de la agua quelogró arrastrar a siete personas, de las cuales dos son niños y cinco mujeres.
Ali Dodah, alcalde de la ciudad de Shirqat, a 260 kilómetros al noroeste de Bagdad, declaró a la prensa que las lluvias inundaron casas y granjas, y que por lo menos tres mil personas quedaron sin hogar.
Estas inundaciones ejercen mayor presión sobre el nuevo gobierno de Irak, el cual deberá de arreglar la infraestructura en las provincias más afectadas por la guerra contra el Estado Islámico.