Redacción/ El Nacional


En medio del caos que ha generado el paso del huracán Harvey, y por el que más de 30 mil personas han buscado refugio en albergues, a los inmigrantes indocumentados les preocupa que en los refugios haya autoridades migratorias que soliciten sus documentos y que, en caso de no mostrarlos, corran el riesgo de ser deportados y separados de sus familias.

Semanas atrás, el senado de Texas aprobó un proyecto de ley, que permite a la policía preguntar a las personas sobre su estatus migratorio. Dicha ley debería entrar en vigor el 1 de septiembre, por lo que los inmigrantes temen refugiarse en albergues y ser inspeccionados.

Sin embargo, el gobernador de Texas, Gregg Abbot, quien contribuyó a esta ley, como los alcaldes de las ciudades afectadas han asegurado que dicho procedimiento no se llevará a cabo en estas circunstancias.

El subsecretario para América del Norte, Carlos M. Sada, también afirmó que no habrá redadas antiinmigrantes. “Algo muy importante que sí quiero mencionar es que tanto el alcalde de Houston como el gobernador Abbott acordaron que ningún operativo antiinmigrante se va a activar y que pueden ir con toda confianza y tranquilidad para solicitar ayuda en estos centros”, explicó.