Un incendio desatado la noche del jueves en un orfanato a las afueras de Puerto Príncipe, Haití, causó la muerte de al menos 15 niños, en una tragedia que destapó las irregularidades que envuelven al sistema de adopción en el país más pobre de América.
Dos de los niños fueron encontrados carbonizados y los otros 13 murieron intoxicados por el humo, después de ser ingresados en un hospital de la capital haitiana, según el balance más reciente de las autoridades.
La causa del incendio, al parecer, fue una vela encendida dejada sobre una tabla en un pasillo de una de las dos casas que componen el orfanato, regentado por la Iglesia de la Comprensión de la Biblia, una congregación cristiana con sede en Pennsylvania (Estados Unidos).
Los cuerpos carbonizados de dos niños permanecían este viernes a la vista de los periodistas en uno de los dormitorios del orfanato, situado en la zona Fermathe, en las colinas que dominan el sector de Pétion-Ville, en el sur de la capital haitiana.
El fuego se propagó por la planta baja de una de las dos casas que forman parte del orfanato, destruyendo totalmente un dormitorio y otras dependencias del centro, cuya capacidad es de 66 niños, de edades comprendidas entre los 4 y 12 años.
El humo inundó las habitaciones del piso superior, donde quedaron atrapados el resto de las víctimas, mientras estaban en sus literas.
“Desafortunadamente, el hospital Fermathe, donde fueron admitidas las víctimas, no pudo hacer mucho. Incluso antes de llegar allí, ya estaban en un estado grave, su respiración era muy débil”, explicó la jueza del Tribunal de Paz del sector de Kenscoff, Raymonde Jean Antoine, en declaraciones a periodistas en el lugar de los hechos.