Juan Álvarez Díaz, lanchero de la Sociedad cooperativa Quechula, declaró que en 2002 fue la última vez que se había visto en su totalidad el templo del pueblo de Quechula, al cual le falta el techo.
Ese año, el pueblo “organizó una peregrinación al templo, llevando al patrón Santiago Apóstol y a la Virgen de Guadalupe”, dos de los ocho santos recuperados por los indígenas zoques cuando entró en actividad la presa Malpaso, recordó Álvarez Díaz.
Los indígenas mantienen el lugar como atractivo turístico y religioso. Álvarez Díaz indicó que ya ha llevado a muchos curiosos a visitar la iglesia en su lancha, en la que caben unos diez pasajeros.
Entre mil y dos mil zoques de Quechula fueron reubicados cuando se construyó la presa y sus casas fueron inundadas junto con la iglesia.
El templo tiene una altura de aproximadamente 15 metros y más de 60 metros de largo.
Más de la mitad de la iglesia, que estaba en el centro del pueblo, emergió en las últimas semanas tras una sequía en la presa Nezahualcóyotl. Los pájaros se posan sobre las ruinas, en las cuales ha crecido la vegetación.
Sin embargo, esta semana subió el nivel del agua debido a que desde el pasado domingo no deja de llover en Chiapas por presencia de una tormenta tropical y un frente frío.
El lugar, con un área de unas 11.000 hectáreas, embalse de la presa, sirve también para la producción pesquera de los zoques.