Redacción/El Nacional
Un ataque aéreo contra la zona oriental de la ciudad siria de Alepo, que está bajo control de los rebeldes, impactó el principal hospital de la zona por segunda vez en menos de una semana, denunció una ONG dedicada a la asistencia médica.
La Sociedad Médica Siria Estadounidense, que trabaja con el hospital, dijo que las instalaciones habían sido alcanzadas por dos “bombas de barril” -artefactos explosivos improvisados- lanzados desde helicópteros.
El hospital ya había sido golpeado por un ataque similar el pasado miércoles
Las fuerzas gubernamentales sirias que cuentan con el apoyo de Rusia también han estado atacando la histórica “ciudad vieja” de Alepo.
También se informó de choques entre las tropas gubernamentales y los rebeldes en varios barrios de la ciudad, objeto de renovados ataques por parte de las fuerzas sirias y rusas desde el final de una tregua parcial que expiró el pasado 19 de septiembre.
El creciente número de víctimas civiles en la ciudad ha provocado protestas internacionales, con Estados Unidos acusando a Rusia de estar empujando a los rebeldes moderados que combaten al presidente Bashar al Asad a los brazos de los fundamentalistas islámicos.
Pero Rusia, un fiel aliado de Asad, afirma que es E.U. el que no está haciendo lo suficiente para combatir a los yihadistas.
Según Naciones Unidas, al menos 400 civiles, entre ellos numerosos niños, murieron en la ciudad esta semana como resultado de los ataques de las fuerzas rusas y sirias.
Se creía que el hospital había quedado fuera de servicio desde el bombardeo del miércoles, pero Shaloul dijo que un pequeño grupo de empleados y pacientes estaban dentro cuando empezó el bombardeo y permanecían atrapados en las instalaciones.
El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean Marc Ayrault, condenó el bombardeo del hospital y recordó que el ataque contra instalaciones y personal médico constituye un crimen de guerra.
“Los perpetradores van a rendir cuentas”, declaró este sábado. “Francia está movilizando al Consejo de Seguridad (de la ONU) para ponerle un alto a esta inaceptable tragedia”.
Más de 4,8 millones de personas han tenido que abandonar el país y otros 6,5 millones viven como desplazados dentro de Siria, según la ONU.