Alejandro Santana/ El Nacional
La oxitocina, es una hormona producida por la hipófisis, que es llamada de una manera informal como la molécula del amor, o la molécula afrodisiaca; debido a que es una hormona relacionada con los patrones sexuales y con la conducta maternal y paternal, que actúa también como neurotransmisor en el cerebro.
La oxitocina es una hormona que ayuda a construir los lazos sociales y la confianza en animales, debido a esto, los investigadores de la universidad de California, los Ángeles, fabricaron un ratón transgénico con una forma genética de autismo, esto a través de un gen que causa un síndrome hereditario de desarrollo que incluye el trastorno autista.
La hormona del amor, oxitocina, puede mejorar el comportamiento social, puede traer consigo un beneficio que puede llegar a una larga duración si se da con un tratamiento oportuno.
A través de los estudios clínicos se han dado los resultados para entender cómo funciona la hormona en el cerebro, viendo así el comportamiento en los ratones autistas con oxitocina, teniendo como resultado la capacidad de poder interactuar más tiempo con otros ratones.
Por medio del estudio de la investigadora española Olga Peñagarikano, donde trataron a los ratones autistas dosis diarias de oxitocina enseguida de su nacimiento, observaron que el tratamiento a temprana edad, beneficia por mucho más tiempo su habilidad social.