Los empleados de las dos principales agencias federales de migración recibieron instrucciones el lunes para dejar de referirse a los migrantes como “aliens”, un término anticuado en inglés que suele traducirse como “extranjero” o “forastero” y que muchas personas consideran ofensivo.
Los memos emitidos por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) recomiendan que los agentes utilicen palabras como “no ciudadano” o “migrante”.
El cambio refleja las directrices establecidas por el gobierno del presidente Joe Biden, que ha revertido muchas de las estrictas políticas en contra de la inmigración establecidas por el ex mandatario Donald Trump.
En lugar de “extranjeros ilegales”, término que algunos funcionarios del gobierno seguían utilizando en comunicados de prensa y otros documentos, los empleados de la CBP y del ICE deberán referirse a los migrantes como “personas indocumentadas”, según los memorandos.
Troy Miller, comisionado interino de la CBP, dijo que los lineamientos eran necesarios para “establecer un tono y un ejemplo” en una agencia que incluye a la Patrulla Fronteriza.
“Ejercemos las leyes de nuestro país y al mismo tiempo mantenemos la dignidad de todo individuo con el que interactuamos”, dijo Miller. “Las palabras que utilizamos son importantes y servirán para otorgar dignidad a aquellos bajo nuestra custodia”.
Los críticos del gobierno rechazaron los nuevos lineamientos de lenguaje.
“Utilizamos el término ‘extranjero ilegal’ porque están aquí ilegalmente”, dijo el senador republicano Tom Cotton. “Este tipo de debilidad y obsesión con lo políticamente correcto es la razón por la que tenemos una crisis en la frontera en primer lugar”.
Apenas el jueves pasado, la CBP emitió un comunicado de prensa desde su oficina en Texas que describía una operación de la Patrulla Fronteriza en el Valle del Río Grande (el río Bravo sobre la región de Texas) que “resultó en la detención de 10 extranjeros ilegales”.
Sin embargo, un comunicado difundido el lunes desde California parecía cumplir con el memo, describiendo el rescate de un “no ciudadano indocumentado perdido” cerca de Ocotillo, California.
El cambio en el lenguaje se da en momentos en que el gobierno federal lidia con un número récord de niños y adolescentes, principalmente centroamericanos, tras la llegada de la nueva administración y que buscan ingresar hacia Estados Unidos.
Bajo las nuevas normas se referirá a “los niños extranjeros no acompañados” como “niños no ciudadanos sin compañía”, según los memos. A los empleados también se les instruyó describir la “asimilación” de refugiados y migrantes como “integración cívica”.
La CBP está expulsando a la mayoría de los migrantes adultos que intentan ingresar al país en apego a una orden de salud pública emitida al inicio de la pandemia de covid-19. Sin embargo, el gobierno de Biden está permitiendo que los menores sin compañía de un adulto y algunas familias permanezcan, al menos temporalmente, en lo que las autoridades determinan si se pueden quedar mediante el proceso de asilo o bajo alguna otra categoría legal.
Funcionarios del gobierno de Biden atribuyen el creciente número de migrantes en la frontera con México a diversos factores, incluyendo el azote reciente de dos huracanes en Centroamérica y a los estragos económicos provocados por la pandemia de covid-19 en la región.
Los críticos culpan de ello a las acciones del gobierno para revertir algunas de las cientos de medidas establecidas durante la gestión de Trump para frenar la inmigración legal e ilegal, y al respaldo a una propuesta que permitiría la permanencia de quienes ya están en el país.