Redacción/ El Nacional
Tras instalarse por primera vez en toda su historia en la final del clásico mundial de beisbol, la selección de los Estados Unidos venció por un aplastante marcador de 8-0 a Puerto Rico en el Dodger Stadium de Los Ángeles y se coronó como el ganador del torneo.
El representativo norteamericano se vengó de la derrota en la segunda ronda donde cayeron 5-6 ante los boricuas.
La blanqueada fue contundente y los reivindicó con el título de campeones del mundo en la especialidad que ellos mismos inventaron y que hasta ahora no habían tenido la capacidad para llegar a la final.
Para los puertorriqueños fue su segunda final consecutiva.
Marcus Stroman (1-1), de los Azulejos de Toronto fue el ganador con seis entrada impecables sin hit ni carreras, hasta el arranque de la séptima entrada que permitió doblete de Ángel Pagán, donde dio una base por bolas y sacó tres ponches.
Kinsler encabezó el bateo explosivo estadounidense y se fue de 5-2 con un par de carreras anotadas e impulsadas.
Nolan Arenado, de origen boricua, también tuvo de 5-2 con dos anotaciones, mientras Andrew McCutchen logró 4-2 con dos carreras producidas y piso una vez la registradora.
Más de 51 mil espectadores fueron testigos del dominio de Estados Unidos de principio a fin.
La derrota fue para el abridor Seth Lugo (2-1) que lanzó más de cuatro entradas y permitió cinco imparables, incluido el jonrón de Kinsley.