Violeta Ponce/El Nacional
La reforma política para el Distrito Federal, aprobada el martes en el Senado, fue frenada ayer en la Cámara de Diputados por falta de acuerdo entre los partidos.
Los diputados no acordaron si la iniciativa será discutida en un periodo extraordinario de sesiones o hasta el periodo ordinario que inicia en septiembre y con la nueva Legislatura.
La premura por aprobarla (debería resolverse en menos de 48 horas) y la propuesta de crear una inmensa burocracia con concejales y alcaldes en las nuevas demarcaciones fueron las principales objeciones.
Por ser una reforma constitucional, la minuta enviada por la Cámara alta necesitaba el apoyo de dos terceras partes de los 500 diputados, es decir 333; las bancadas del PAN, Panal, MC, Morena, y un sector del PRD, dijeron que no la avalarían. Los votos del PRI, PVEM y el resto de perredistas no alcanzaban para su aprobación con mayoría calificada.
La minuta del Senado promovía dar autonomía al DF y transformar las delegaciones en demarcaciones gobernados por alcaldías, con hasta 15 concejales electos por planilla, lo que incrementaría la burocracia en las demarcaciones al menos hasta con 300 funcionarios más.
Otro punto objetado fue la propuesta de integración de la Asamblea Constituyente en 2016, que prevé que 60 de sus miembros sean propuestos por los partidos, 28 nombrados por el Senado y la Cámara de Diputados, seis por el Jefe de Gobierno del DF y seis más por el Presidente de la República.
El coordinador de los panistas, Ricardo Anaya, explicó que su bancada se negaba a aprobar al vapor, en 24 horas, un cambio trascendental para el DF, y rechazaba que el Jefe de Gobierno y el Presidente participaran en la integración de la Asamblea Constituyente.
El presidente de la Junta de Coordinación Política, el priista Manlio Fabio Beltrones, indicó que no había consenso para aprobar una reforma de tal importancia.