Una familia musulmana  enfrenta una prueba de higiene luego de que vecinos alertaran a los funcionarios de salud ambiental mostrando una grabación en la que dicha familia corta cadáveres de animales en el jardín ambiental, en Londres.

Mohammed Shafiq, director ejecutivo de la Fundación Ramadhan, le dijo a The Sun que la familia no había hecho nada malo y que simplemente practicaba su religión. Como es tradición que las familias musulmanas sacrifiquen un animal, como una oveja o una cabra, y lo dividan en porciones en Eid al-Adha.

Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, tiene pautas estrictas sobre la matanza de animales, que dice que deben llevarse a cabo en mataderos situados lejos de las zonas residenciales.

“Los homicidios deben tener lugar en un programa de limpieza y saneamiento bien planificado, bien ejecutado y controlado”, dijo la Organización.

No se sabe si la familia había sacrificado a los animales en su casa, o comprado los cuerpos de otros lugares para trozarlos en su jardín.