Este miércoles agencias internacionales registraron un atentado con coche bomba en una zona residencial de Ankara, Turquía que dejó como saldo 28 muertos, además de medio centenar de heridos.
La oficina de la gobernación de Ankara señaló que había un total de 18 muertos y 45 heridos, mientras que el ministro de Salud turco, Mehmet Müezzinoglu, dijo que el número oficial de fallecidos oscila en los 28 y 61.
Según el ministro turco, al momento de la explosión fallecieron directamente 20 personas, y al menos otros 8 fallecieron en el hospital a causa de las heridas.
Müezzinoglu agregó que la cifra de heridos ingresados, alcanza las 61 personas.
El ataque fue dirigido contra cinco autobuses militares que trasladaban a soldados a una casa cuartel, a escasa distancia del comando central de las Fuerzas Aéreas, situado en el corazón de la capital turca.
Autoridades turcas condenaron el ataque en Ankara, al cual describieron como terrorista, puesto que los autobuses esperaban un semáforo cuando fueron atacados.
En las redes sociales han sido difundidas una serie de imágenes que muestran los restos calcinados de al menos dos autobuses y un auto.
Turquía, miembro de la OTAN, enfrenta múltiples amenazas de seguridad. Es parte de una coalición liderada por Estados Unidos que lucha contra Estado Islámico en Siria e Irak y ha estado atacando a combatientes kurdos en el norte sirio en los últimos días.
También ha estado luchando contra militantes en el sudeste de su país del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, que ha llevado adelante una insurgencia de tres décadas en reclamo de autonomía kurda. El PKK ha realizado frecuentes ataques contra blancos militares en el pasado, aunque se ha enfocado en el sudeste del país, de mayoría kurda.