El dolor crónico en la espalda puede convertirse en el causante de la discapacidad de quien lo padece, alterando la posibilidad de llevar una vida normal e impidiendo que se lleven a cabo tareas cotidianas como trabajar, disfrutar de actividades sociales o realizar labores domésticas.
Un estudio realizado por investigadores de Alemania y Australia, arrojó que este tipo de trastornos está directamente relacionado con cambios en el cerebro.
La investigación fue llevada a cabo bajo la técnica de morfometría basada en vóxeles para imágenes de resonancia magnética de alta resolución, con el objetivo de analizar que áreas del cerebro se ven más afectadas en pacientes con dolor crónico de espalda.
El experimento, llevado a cabo por Hans Christian Fritz, contó con la participación de 111 pacientes con dolor crónico de espalda que se compararon con 432 personas libres de dolor.
Los resultados, mostraron que el dolor crónico de espalda se relaciona con una reducción en la sustancia gris cerebral de determinadas áreas cerebrales: la corteza prefrontal en sus zonas ventrolateral, dorsolateral y medial, y en la ínsula anterior. Al analizar otras variables medidas en el estudio, como la intensidad del dolor, se observó que cuanto mayor era la intensidad dolorosa, menor era el volumen de la sustancia gris en áreas prefrontales dorsolaterales y ventrolaterales así como en el cíngulo anterior.
Los expertos concluyeron que el dolor crónico de espalda se asocia con alteraciones en áreas del cerebro que se encargan del procesamiento del dolor y de las emociones.
Estos hallazgos podrán servir para comprender mejor cómo afecta el dolor a las personas que lo sufren. Estas áreas del cerebro participan en el funcionamiento de la atención y la memoria de trabajo, y sería interesante dedicar esfuerzos para averiguar cómo estos procesos cognitivos se pueden ver afectados también por el dolor crónico.