Redacción / El Nacional
Expertos de la ONU solicitaron al gobernador del estado de California que suspenda la ejecución del afronorteamericano Kevin Cooper, quien fuera declarado culpable de asesinato tras un proceso judicial que no cumplió con las normas procesales
En julio de 1983, Cooper, de 25 años por aquel entonces, fue arrestado por su relación con el asesinato de una pareja, la hija y un amigo de la pequeña en Chino Hills, un suburbio de Los Ángeles, a pesar de numerosas pruebas que apuntaban a que el crimen fue cometido por varios hombres, blancos o hispanos.
Por ello, urgieron al gobernador de California, Jerry Brown, a suspender la ejecución de Cooper, quien podría ser el primer preso en morir mediante la inyección letal cuando ésta se retome en ese estado estadounidense.
Asimismo, aprovecharon la oportunidad para recordar que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha solicitado varias veces a Estados Unidos que considere el establecimiento de una moratoria federal de la aplicación de la pena capital.