La embajadora de Estados Unidos, Nikki Haley dijo que su país decidirá la mejor forma de controlar las fronteras y a quien se le permita ingresar, esto tras retirarse del pacto de las Naciones Unidas que se encarga de aliviar la migración mundial y la crisis de refugiados.
Señaló que su país “esta orgulloso de nuestra herencia de inmigrantes y nuestro liderazgo moral, al brindar el apoyo a las poblaciones de migrantes en todo el mundo”.
Pero agregó: “nuestras decisiones sobre las políticas de inmigración siempre deben tomarlas los estadounidenses y sólo los estadounidenses. Decidiremos la mejor forma de controlar nuestras fronteras y a quien se le permitirá ingresar al país”.
La Misión de Estados Unidos frente a la ONU dijo que la Declaración de Nueva York para refugiados y migrantes, suscrita el año pasado por el gobierno de Barack Obama, contiene “numerosas disposiciones que son inconsistentes con las políticas de inmigración y refugiados de Estados Unidos”.
A inicios de año, el gobierno de Donald Trump suspendió la entrada de inmigrantes de varios países de mayoría musulmana impidió el ingreso de todos los refugiados a Estados Unidos, aunque la prohibición termino en octubre pasado y Trump reanudo las admisiones, no sin nuevas medidas de detección más estrictas.