Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association reveló que los fumadores incrementan 70 por ciento la posibilidad de perder la audición, mientras que los no fumadores que viven con un fumador tienen hasta el doble de probabilidades de tener este padecimiento.
La pérdida del oído es causada por el estrechamiento de los vasos sanguíneos, los cuales necesitan del buen flujo de la sangre para poder funcionar ya que el estrechamiento evita la eliminación de residuos tóxicos, bloqueando poco a poco el canal auditivo.
El humo de los cigarrillos afecta los órganos en todo el cuerpo por la interrupción del flujo sanguíneo y la falta de oxígeno, pero en el oído el efecto impide la eliminación de residuos tóxicos, causando un daño permanente y en consecuencia pérdida auditiva.
En tanto que cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en el mundo existen 360 millones de personas con pérdida auditiva y la mitad de estos casos podrían haberse evitado con acciones preventivas.
En personas con diabetes también hay una mayor probabilidad de pérdida auditiva con relación a personas que no tienen la enfermedad, de acuerdo a otro estudio difundido por la National Institutes Health.
La directora de Sonova México, Sandrine Dupriez, aseguro en un comunicado, que en el caso de la diabetes íntimamente asociada a la obesidad, la pérdida auditiva se produce debido al estrechamiento de los vasos sanguíneos, lo cual es perjudicial para el oído, ya que al ser activo metabólicamente, depende del adecuado flujo de sangre para funcionar
Señala también que la producción actual de aparatos auditivos satisface menos de 10 por ciento de los requerimientos a nivel global.