El gobierno del presidente Donald Trump anunció este miércoles que se prohibirá la entrada a Estados Unidos de funcionarios de Venezuela e Irán, medida que se extiende también a sus familiares.

La medida, contenida en dos declaraciones firmadas por Trump, supone un nuevo incremento de la presión sobre los dos países en plena Asamblea General de la ONU, donde ambos gobiernos están representados a alto nivel.

En el caso de Venezuela, la decisión veta la entrada a Estados Unidos a los “miembros del régimen de Nicolás Maduro a nivel de viceministro, o equivalente, y por encima”.

La restricción se anunció en vísperas de que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, emprendiera un viaje a Nueva York para intervenir en nombre del país ante la Asamblea General.

Sin embargo, al ser preguntado al respecto, un alto funcionario estadounidense dijo a EFE que “la proclamación no afecta a las obligaciones del Gobierno estadounidense bajo los tratados internacionales aplicables”.

En principio, como país anfitrión de Naciones Unidas, Estados Unidos está obligado a facilitar a funcionarios extranjeros sus desplazamientos a la sede de la organización internacional.

La delegación venezolana para la Asamblea General incluía además al canciller venezolano, Jorge Arreaza, quien se encuentra ya en Nueva York participando en distintos encuentros.

En la proclamación también se prohíbe la entrada en EE.UU. a todos los miembros de la Asamblea Constituyente y a mandos del Ejército, la Policía y la Guardia Nacional con el rango de coronel o superior.

La medida afecta asimismo a cualquier extranjero que actúe “en representación o en apoyo de los esfuerzos del régimen de Maduro para minar o dañar las instituciones democráticas de Venezuela”, y también a extranjeros que obtengan “beneficios financieros significativos” en transacciones con las autoridades venezolanas.

La prohibición se extiende a los familiares inmediatos de las personas sancionadas.

En el caso iraní, el veto se aplicará a “altos funcionarios del Gobierno de Irán y a sus familiares inmediatos.

El presidente iraní, Hasan Rohaní, se encuentra actualmente en Nueva York, donde este miércoles intervino ante la ONU y donde mañana tiene previsto ofrecer una conferencia de prensa.

También está en la ciudad el ministro de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif.

Antes de partir de Teherán, la delegación iraní avisó de la posibilidad de cancelar su viaje, debido a que las autoridades estadounidenses estaban tardando en conceder los visados necesarios.

Las proclamaciones firmadas por Trump dan al Departamento de Estado potestad para permitir la entrada de algunos de estos individuos si se considera que su viaje no dañaría los intereses de Estados Unidos.

Trump, en una conferencia de prensa en Nueva York, mencionó la cuestión de pasada, en un repaso de las acciones que su Gobierno está tomando contra las “dictaduras” de Venezuela e Irán, contra las que ya tiene impuestas amplias sanciones diplomáticas y económicas.

Redacción/El nacional