Trabajadores de la estación de autobuses de Barreirinha en Brasil, se solidarizaron con unos perritos callejeros haciéndoles unas camitas con llantas recicladas.
Los empleados los llamaron Max, Zoinho y Pitoco; comenzaron a alimentarlos y encariñarse con ellos.
Fabiane Rosa, una policía que se enteró de esta noble iniciativa, tomó fotos de la tierna escena y las subió a las redes sociales; la publicación se viralizó rápidamente.
“Felicitaciones al personal de la terminal, todos comprenden que estos ángeles están allí y tienen derecho a estar. Muchas empresas en Curitiba podrían seguir este ejemplo, adoptando una mascota. Por supuesto que no es lo ideal, pero al menos ahora tienen quien las cuide”, escribió.