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Valeria Gonzalez/ El Nacional

Siempre existe la tentación de ver las notificaciones de otra persona en una cita. ¿Es una notificación del clima o un mensaje de alguien más?

 

Un smarphone es un dispositivo altamente personal, lleno de mensajes privados, información financiera, correos y fotos. Si buscas al amor de tu vida, sus notificaciones podrían darte algunas pistas de él o ella son los indicados.

 

El problema es que las notificaciones están ahí en plena vista –no necesitas hacer nada engañoso o turbio para verlas.

 

Si no quería correr el riesgo de que vieras sus notificaciones, hay una solución sencilla para eso: guardar el teléfono. Pero como hablamos de alguien que decidió dejar su celular sobre la mesa –una discusión para otra columna- su expectativa de privacidad está claramente disminuida.

 

Aún así, no significa que sea correcto. Incluso una ojeada puede ser grosera, especialmente si no la vio o no se dio cuenta de la alerta.

 

Si tienes curiosidad, no seas pasivo al respecto. Pregunta directamente si quieres saber algo, en lugar de robar la información. Forzarte a expresarlo te hará pensar dos veces sobre la importancia de tu petición.

 

Pero, ¿qué tan dañino puede ser echarle un ojo?

 

Los íconos de la app por sí mismos pueden proveer de suficiente contexto para avivar o matar el interés, casi inmediatamente. ¿Una actualización? Paso. ¿Una notificación de iMessage? Mmm. Y si la razón de la alerta no es clara a primera vista, no tendrás mucho tiempo para averiguarlo.

 

A la larga, sin embargo, cultivar el hábito de revisar y leer inevitablemente te llevara a ver algo que no deverias aver visto.

 

Básicamente, si ves o no el teléfono de tu pareja es un reflejo de la relación que tienes con esa persona. Si quieres una relación basada en el respeto y la confianza, entonces leer sus notificaciones probablemente no sea una gran idea.

 

No hay necesidad de mirar hacia otro lado inmediatamente después de escuchar que su teléfono suena. Un vistazo es aceptable, siempre y cuando dure no más que un parpadeo. Todo lo demás es husmear.