Tras recibir una inadecuada atención medica en una clínica de Michoacán, una mujer sufrió la muerte de su hijo recién nacido, por lo que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) solicitó reparar todo daño ocasionado.
La responsabilidad cayó en cuatro médicos de la Clínica Hospital Roberto Flores Magon, los cuales incurrieron en violaciones a los derechos a la salud de la persona agraviada y a la vida del bebé.
Esto debido a que la víctima, quien llevaba 37 semanas de embarazo, acudió a ese centro médico el 29 de mayo de 2015y después fue trasladada al Hospital Naval de Lázaro Cárdenas, donde se le practicó una cesárea.
Después de la intervención quirúrgica, la madre y el bebé regresaron a la Clínica Hospital.
El recién nacido presentó condiciones de salud graves y de inmediato lo llevaron al Hospital Regional de Alta Especialidad “Vasco de Quiroga” de Morelia, Michoacán, donde falleció dos días después.
Según el organismo que defiende a la mujer, tuvo una inadecuada atención medica desde su seguimiento médico prenatal, por parte del personal, pues presentaba amenaza de parto por tener antecedentes de cardiopatía y preclamsia durante dos embarazos anteriores.
Los médicos no realizaron estudios suficientes para un tratamiento adecuado, tampoco le tomar radiografía portátil al infante porque carecian del equipo y la incubadora utilizada para su traslado no era funcional.
Por ello se le sugirió al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) reparar el daño a la víctima y su esposo, conforme se establece en la Ley General de Victimas, además darles atención médica y psicológica.