En la ciudad de Monterrey existen dos casas en la cual se cuenta muchas leyendas de tragedias, que se suscitaron en sus interiores. En la actualidad estos hogares llevan un gran misterio, debido a que no se tiene la versión oficial y que con el paso del tiempo infinidades de autores, vecinos, etcétera, cambian los hechos.
A principios de los años setentas, se construyó una casa característica y sobre todo diferente a las demás, está en particular tiene formas cilíndricas y que en su interior alberca casos de pérdidas humanas, esta es: La casa de los tubos.
Esta casa nunca concluyó su construcción y hasta el día de hoy se encuentra en obra gris y solo se tiene la infraestructura de rampas y escaleras las cuales comunican con cualquier nivel de la misma.
Las personas que gustan de visitar esta casa, afirman que en el interior del inmueble se albergan almas penantes, ya que guarda una leyenda que hasta el día de hoy no se cuenta con exactitud.
Según la leyenda, en los setentas en dicha morada vivía una pequeña niña que era inválida de aproximadamente diez años, que se desplazaba con ayuda de su silla de ruedas, pero nunca se imaginó que esta misma se suicidaría arrojándose por uno de los enormes ventanales de la significativa construcción.
Ante esto, sigue la pregunta en el aire de ¿por qué la jovencita decidió de quitarse la vida? Pero curiosamente no fue el único hecho que se suscitó en el sitio, pues se cuenta que tiempo después un niño entró a curiosear en la casa y la sorpresa fue que el niño también perdió la vida, la forma de cómo murió no se supo, pero solo se afirma que se sacó un pequeño cadáver de la mansión.
Al paso de los años los vecinos que viven alrededor de esa enigmática casa no se han quejado de algún tipo de presentaciones paranormales.
Pero la gente que va a curiosear, se ha llevado la sorpresa de sus vidas, muchos de ellos cuentan que en el interior se ven dos sobras y dos espectros de los dos niños que murieron, quienes juegan en las rampas y en las escaleras, así como describen que se escuchan llantos y gemidos al interior.
Actualmente es difícil de entrar ya que la colonia donde está situada la vivienda, es propiedad privada y solo pueden acceder los residentes de la misma, sin embargo, hay quienes logran llegar hasta el lugar.
Otro de los lugares con leyenda se encuentra en el primer cuadro de la ciudad, la cual según alberga una trágica historia que data de los años treinta: la famosa Casa de Arambarri.
El siglo pasado era extraño que este tipo de hechos se suscitaran en la ciudad, la maldad no era tal como ahora lo podemos ver, ese, 1933 mancho el nombre de esta calle y por lo que ahora es tomada como una de las leyendas más enigmáticas de Nuevo León.
Un 5 de abril de 1933, fue la fecha donde una familia se llenó de una desgracia, puesto que el jefe de familia estaba ausente, debido a que a esas horas laboraba y fue cuando un grupo de jóvenes delincuentes entraron al hogar y asesinaron a una madre de familia y a la hija.
Florinda Montemayor y Antonia Lozano, respectivamente, murieron de la manera más cruel y despiadada que cualquiera se pueda imaginar. Este crimen hoy en día se sigue recordando.
Según la historia, los asesinos al cometer tal atrocidad corrieron y huyeron de la escena del crimen, por lo menos así lo pensaban. Una vez que se llamó a la autoridad, quedaron asombradas ante el salvajismo del suceso puesto que encontraron a la mujer con señales de que se le quiso desprender la cabeza de su cuerpo, mientras que a la infante la vieron entre cruzada en la cama con los pies colgando, ya sin señales de vida.
Así mismo, el caso se cerró en la sospecha de la familia, porque se tenía indicios de que fue un hecho premeditado por las circunstancias que se tenían y se comenta que el corte que presentaba la señora Florida en el cuello era con una técnica especial, que en ese entonces nadie conocida, más que un carnicero, que curiosamente uno de los sobrinos de la difunta se dedicaba a dicha profesión y el cual fue arrestado.
Los historiadores comentan que el trágico hecho se dio debido a que la familia contaba con un ahorro, lo cual los maleantes tenían conocimiento de esto y realizaron el asesinato.
Después de los ocurrido, testigos afirman que en ese lugar se percibe una vibra extraña, puesto que desde entonces nadie ha querido habitar la vivienda.
Los vecinos antiguos comentaban que en esa casa se escuchaban gritos, golpes y sucesos que no se tenían alguna explicación coherente. Y es allí donde nació la leyenda de la Casa Aramberri.
Actualmente la gente pasa como si nada por esa calle, sin embargo, la casa se encuentra con una barda que cubre de punto a punto la fachada para evitar que los curiosos que quieren entrar conozcan si realmente allí se guardan las almas penantes de la familia asesinada.
Ante estas fechas, las historias sobre estas casas toman una mayor fuerza y siguen creciendo más mitos y leyendas que carga en si nuestra metrópoli, y nuestro estado de Nuevo León ¿Entrarías a estas casas de Noche?